sábado, 29 de noviembre de 2014

El café de la vida


Un grupo de ex estudiantes, ya muy establecidos en sus carreras, se reunió para visitar a su viejo profesor de la universidad. Una vez en casa del maestro, la conversación se concentró en quejas  sobre el estrés en el trabajo y la vida.
Al ofrecerles café a sus visitas, el profesor marcho un momento  y regresó con un termo de café y una variedad de tazas de: porcelana, plástico, vidrio, cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas exquisitas, y les pidió que se sirvieran el café caliente.
Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo: “Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras han sido tomadas, dejando atrás las comunes y baratas. Aunque es normal que quieran sólo lo mejor  para ustedes, ése es el origen de sus problemas y estrés.  Lo que en realidad querían era café, no la taza, pero consciente mente  tomaron las mejores tazas  y las estuvieron comparando  con las tazas de los demás. 
“Fíjense bien -prosiguió-:  La Vida es el café, pero sus trabajos,  el dinero y su posición social son las tazas.  Las tazas son sólo herramientas para sostener y contener Vida, pero la calidad de la Vida no cambia.  ”A veces -concluyó-,  al concentrarnos sólo en la taza,  dejamos de disfrutar el café que hay en ella. 

No dejes que la  taza te guíe… mejor goza el café”.
 

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