¿Cuánto vale
mi idea?
Después de conversar un rato con un emprendedor que acabo de conocer,
que me ha contado con entusiasmo un proyecto que tiene en mente y que después
de explicárselo a sus amigos y conocidos le han dicho que es acertado. Me cuenta que ha
hecho algunas averiguaciones sobre el mercado y ha desarrollado el servicio que
quiere ofrecer, pero a partir de aquí
empieza a preguntarse por qué a los demás, y especialmente a los posibles
inversores, no les atrae tanto como a él mismo, al que le ve todas las ventajas. La
primera cosa que habitualmente preguntas en estos casos es, en que puedo
ayudarle, como cree que puedo hacer algo por él. Generalmente la respuesta
siempre es la misma. Necesito un inversor para…….. Llegados a este punto
siempre me gusta volver atrás para centrarnos nuevamente en la situación.
Tendemos a confundir dos términos. Cuando hablamos y explicamos
que tenemos una idea, más o menos elaborada, decimos que tenemos un proyecto.
Cuando lo único que realmente tenemos es una idea, que sin ninguna duda puede
ser muy buena, pero que todavía no es nada más que una idea. Ideas tenemos muchas
cada día, pero lo que hace las ideas diferentes y sobre todo consistentes es su
ejecución.
En general es más fácil tener ideas que proyectos porque las
ideas se generan solas en el entorno de las temáticas y sobre las habilidades
en las que hemos sido adiestrados anteriormente. En este momento las ideas no
valen nada. Son un punto de partida para empezar a realizar el proyecto, que si
lo pensamos bien, no es poco. Las ideas empiezan a tener valor cuando se ponen
en movimiento y es entonces cuando poco a poco se convierten en proyecto. El
proyecto toma forma cuando tu idea, además de ser tuya, vas a compartirla con
quien te ha de comprar y ves según el modelo de negocio que hayas decidido, si
tiene posibilidades de progresar y en cuanto tiempo.
El proyecto es la idea en
movimiento. Es el camino que te acerca al consumidor y que facilita su
introducción en el mercado a través de un modelo de negocio adecuado para el
consumidor para quien hemos diseñado el producto o servicio.
Es muy importante recorrer este camino i recorrerlo bien y
rápido porque para emprender el tiempo que va desde la idea a la primera
factura es uno de los elementos determinantes del éxito del proyecto. Ya estas
tardando……empieza ya!!
Lluis Godayol Gene
INpulsaempresa
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