Se hace camino al andar.....

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miércoles, 26 de enero de 2022

 

Quiero emprender pero…. ¿Por dónde empiezo?

Ésta es una gran pregunta que acostumbramos hacernos. Sabemos que tenemos una idea, posiblemente la mejor que hayamos tenido nunca y queremos hacer plan de negocio para poder captar inversión.

Hemos empezado con nuestros ahorros, pero pronto nos damos cuenta que no nos dan para salir al mercado en condiciones y se nos plantea la pregunta ¿Cómo vamos a hacer todo éste trayecto sin los recursos necesarios? Aquí aparecen las primeras dudas.

¿Cómo deberemos hacer para resolverlas? Tenemos una idea que nos parece buena. Esto es importante para empezar, pero no lo es todo. Deberemos analizar nuestra situación frente a la idea y los condicionantes que se generarán durante el desarrollo de la misma.

En primer lugar, debemos tener claro dónde queremos llegar. Es muy posible que a lo largo del camino encontremos razones, algunas obligadas y otras como consecuencia del mercado, que nos hagan cambiar el rumbo. A estos cambios de rumbo les llamamos “pivotar”. La realidad es que en muy pocos proyectos la idea inicial se consolida como definitiva. En cualquier caso, deberemos tener claro nuestro objetivo para destinar nuestro esfuerzo para obtenerlo sin perdernos por el camino.

También debemos conocer lo que ofrecemos y porqué deberían comprarnos a nosotros y no a los demás. Algo diferencial que nos permita mejorar de forma clara al resto de oferta que existe en el mercado. A esto le denominaremos propuesta de valor y es lo que deberemos defender siempre de nuestro producto o servicio ante el mercado. Hacer más de lo mismo es el mejor camino para gastar tiempo y dinero inútilmente. Eso no quiere decir que debamos inventar nada. Podemos añadir valor de una forma tan sencilla como mejorar el rendimiento, facilitar el trabajo, facilitar su utilización o mejorar el rendimiento de lo existente en el mercado.

Una vez tengamos estos dos puntos definidos nos centraremos en conocer bien el entorno del mercado. Conocer las necesidades del futuro cliente y procurar que nuestra propuesta de valor sea adecuada para satisfacerle.

A partir de aquí, posiblemente pensemos que no hemos hecho nada, pero en realidad estamos enfocados en lo más importante del proyecto.

Podremos empezar a hablar con posibles usuarios de nuestra propuesta, escuchar y aprender. Nos encontramos en el primer peldaño activo del proyecto puesto que hasta aquí no ha habido más gasto que nuestro tiempo y esfuerzo.

Este paso será básicamente preguntar, preguntar y preguntar…… hasta tener completado el estudio del mercado.

En nuestro próximo post hablaremos de ello. 

Lluís Godayol  Gené, CEO de INpulsaempresa


Si tienes alguna consulta, comentario o podemos ayudarte no dudes en decirnoslo.


martes, 11 de enero de 2022

 

¿Mi idea va a resolver alguna necesidad ?

 Cualquier proyecto es fruto de una idea. Y es muy probable que estés trabajando en una que creas que es verdaderamente buena. Tendemos a pensar que nuestras ideas son impecables. Nos enamoramos de ellas y olvidamos a quien nos la va a comprar. Nuestro objetivo ahora será que éstas líneas sirvan para reflexionar sobre esta pregunta.



Para ello no entraremos en algo complejo como puede ser el plan de negocio. A pesar de todo vamos a trabajar con conceptos sencillos que debemos plantearnos al emprender. Éste es siempre un momento un tanto caótico en el que nos agobian muchas preguntas y a menudo nos hacen olvidar lo más importante, nuestro cliente. Al final será él quien nos dará o no su confianza y seguidamente los ingresos.

Lo primero que debemos hacer para saber si la idea es verdaderamente buena es valorar si soluciona algún problema que necesite ser resuelto. Si no es así, te recomendamos que sigas buscando. Piensa que en un entorno económico como el actual, hacer más de lo mismo no resulta casi nunca rentable.

Una vez lo tengas claro, no debes preocuparte de si su desarrollo actual es perfecto o todavía no. Las ideas perfectas no existen, lo que realmente existe son problemas que pueden ser resueltos. Si estás en el camino, serán los clientes los que te lo irán anunciando. No olvides que “la perfección es el peor enemigo de lo bueno” y que cuando se empieza, nuestro mejor consejero es nuestro cliente. Pregunta, pregunta y vuelve a preguntar hasta la extenuación, muy a menudo la mejor orientación nos viene de la calle.

Si, por el contrario, todavía no has encontrado la idea con la que te sientes a gusto y necesitas inspiración, empieza por ti mismo. Pregúntate que te gustaría encontrar en el mercado que todavía no existe. Empieza por éstas dos preguntas sencillas:

·         ¿Qué es lo que te me haría la vida más fácil?

·         ¿Qué estarías dispuesto a pagar por ello?

Empezar por uno mismo puede ser el camino más rápido para encontrar algo interesante. Todos tenemos necesidades insatisfechas que están próximas a nuestras habilidades y capacidades. En este momento no se trata de pensar en hacerse millonario. Si es bueno y aciertas, todo irá viniendo puesto que harás la vida más sencilla a los demás y esto acostumbra a tener premio.

El objetivo final de una nueva empresa de éxito, lejos de estar escondido detrás de acciones muy complicadas, alta tecnología o grandes inversiones, puedes encontrarlo proponiendo una mejor solución para algo por sencillo que esto sea. El cliente siempre debe estar en la primera fila de los intereses de tu empresa. Recuerda que las necesidades de tu cliente, son y serán siempre tu mejor inversor.