Se hace camino al andar.....

Se hace camino al andar.....
Se hace camino al andar......

martes, 21 de julio de 2020


Todo empieza con una idea que debe resolver algún problema

Podemos asegurar que todo proyecto, Start-Up o empresa que podamos conocer han nacido a partir de una idea. También es muy posible que ahora estés trabajando en una que crees que es buena. Esta afirmación no es extraña, todos tendemos a pensar que nuestras ideas son las mejores. Nos enamoramos de la idea y dejamos de pensar en quien nos la deberá comprar.
Nuestro objetivo con éstas reflexiones es que te sirvan para poder valorar tu proyecto, con el fin de convertirlo en una futura actividad empresarial.

En estas líneas no entraremos en algo complicado como puede ser un plan de negocio. Vamos a ver cosas sencillas que debemos plantearnos cuando empezamos a pensar en emprender. Este es un momento complejo y un tanto caótico en el que nos agobian muchas cosas y a menudo nos hacen olvidar lo más importante, el cliente. Éste será al final quien nos dará o no su confianza y seguidamente la facturación.

Lo primero que debes hacer para saber si la idea es buena o mala es saber si soluciona algún problema que necesite ser resuelto. Si no es así, te recomendamos que sigas buscando. Ideas aparecen muchas, la mayoría las descartamos. Piensa que en un entorno económico como el actual, hacer más de lo mismo no resulta casi nunca rentable.

Una vez la tengas clara, no tienes que preocuparte si su desarrollo actual es perfecto o todavía no. Las ideas perfectas no existen, lo que realmente existen son problemas que pueden ser resueltos. Si estás en el camino, serán los clientes los que te lo irán diciendo. No olvides que “la perfección es el peor enemigo de lo bueno” y que cuando se empieza nuestro mejor consejero es nuestro posible cliente. Pregunta, pregunta y vuelve a preguntar hasta la extenuación, muy a menudo la mejor orientación nos la da la calle.

Si, por el contrario, todavía no has encontrado la idea con la que te sientes a gusto y necesitas inspiración, empieza por ti. Pregúntate que servicio o producto te gustaría que existiese y no lo encuentras todavía, empezando por éstas dos preguntas sencillas:
·         ¿Qué es lo que te haría a ti la vida más fácil?
·         ¿Qué es lo que estarías dispuesto a pagar por ello?

Empezar por uno mismo a menudo puede ser el camino más rápido para encontrar algo interesante. Todos tenemos necesidades insatisfechas que pueden situarse próximas a nuestras habilidades y capacidades. En este momento del proyecto no se trata de pensar en hacerse millonario. Si es bueno y aciertas, todo irá viniendo puesto que habrás hecho la vida más sencilla a los demás y esto acostumbra a tener premio.

El objetivo de una nueva empresa lejos de estar escondido detrás de opciones muy complicadas, alta tecnología o grandes inversiones, puedes encontrarlo en acertar una mejor solución alguna cosa por sencilla que esta sea. El cliente siempre está en la primera fila de los intereses de tu empresa. Recuerda que las necesidades de tu cliente, son y serán siempre tu mejor inversor.

sábado, 11 de julio de 2020


La información y la infoxicación


En un momento en el que tenemos tanta información y por tantos medios, és fácil confundirla con el conocimiento. Debemos seleccionar bien la fuente, el contenido y el objetivo por la cual ha sido recabada. De lo contrario podemos disponer de muchos datos, pero dificilmente aplicables a nuestro proyecto Este gráfico quiere indicarnos de forma muy sencilla cual es la sutil diferencia entre ambas cosas. 


La información será útil mientras no nos lleve a un universo caótico por exceso de datos inasumibles. El conocimiento es la interrelación organizada de la información con el objetivo de obtener ciertos fines o cumplir con un objetivo.

martes, 7 de julio de 2020

LA PROPUESTA DE VALOR


A menudo nos preguntan emprendedores de todos los sectores que deben hacer para obtener el éxito en el desarrollo de su proyecto.

Por supuesto la respuesta no es simple porque el éxito es el resultado de multiples factores alineados en una dirección adecuada, pero donde seguro que debemos poner énfasis y tener muy bien definida es la propuesta de valor que en cada caso ofrecemos a nuestro cliente.






Hoy no vale hacer "mas de lo mismo" y esperar que nos compren. Fijémonos en el final de ésta última frase "esperar que nos compren". En el siglo XX1 tiene mucha más importancia la voluntad del cliente de comprar que nuestra intención, a veces obstinación, de vender. Por eso nuestra propuesta de valor ha de ser DIFERENTE.