¿Cómo
conseguir un equipo para mi proyecto? (2)
Después de haber dedicado todo un post a orientar como debemos
hacer para abordar el difícil tema de
construir un equipo, ahora nos gustaría resaltar la importancia que este tiene en el futuro del propio proyecto y en la
facilidad de consecución de los próximos objetivos que podamos plantearnos.
Generalmente cuando empezamos a pensar en emprender lo primero que nos viene a
la cabeza es el concepto de vender, y
por ende la necesidad de hacerlo. Mucha es la sorpresa cuando me preguntan por
donde debemos empezar y acostumbro a explicar que un emprendedor, lejos de lo
que se cree, hace dos ventas importantes en su vida empresarial y las dos, eso
sí, son cruciales para su proyecto.
La primera es cuando ha de crear interés en las personas que han
de acompañarle en la aventura. La segunda, el esfuerzo de captación de la
persona o personas que deberán aportar recursos para hacer realidad la aventura.
Los inversores.
Siempre pensamos que tendremos que vender y que ésta será
nuestra principal ocupación a lo largo de la historia de la empresa. Sí y no. Es
cierto que el emprendedor líder del proyecto siempre será quien más implicación tenga en la gestión, organización
y control comercial, pero contra lo que creemos, no en generar venta directa. La verdad es
que deberá confiar por encima de todo en el mercado y en su equipo de
gestión, porque si estos no apuestan por nuestro producto, y esto no es difícil en
la actualidad por la oferta y las dificultades propias de la realidad empresarial con los rendimientos decrecientes como consecuencia de la
competencia Internet, redes sociales y volatilidad de la decisión de compra, no
puede confiarse el éxito solo a la venta, sino que debemos preocuparnos de que
sea el mercado que desee comprar nuestro producto o servicio, ya que los costes de vender se vuelven a
menudo difícilmente asumibles.
Visto esto queda claro que debemos prestar una atención especial
a estos dos momentos del desarrollo de la compañía. Elegir las personas
adecuadas para acompañarnos, en función de sus habilidades y capacidades y por
supuesto las nuestras y su complementariedad y sobre todo trabajar los
mecanismos de comunicación necesarios para dar confianza y convencer cuando no
estamos hablando de realidades sino que estamos presentando un escenario que
lejos de confiar en la probabilística seamos capaces de mostrarlo con solidez.
Pero volvamos atrás, estábamos hablando de lo difícil que nos
resulta hacer estas dos primeras ventas y si no lo hacemos estas dos primeras
veces difícilmente podremos enfrentarnos a todo un mercado en el futuro. Por
eso debemos enfocarnos en preparar sólidos argumentos para defender el proyecto ya que nuestra
idea, que al fin y al cabo, por más que sea nuestra, no es más que la idea y
fallamos esforzándonos en vender el producto y no el proyecto.
Esta es una
realidad que sin darnos cuenta nos acompaña a menudo al emprender.
Sencillamente porqué el producto es lo que dominamos realmente y en él nos
refugiamos.
INpulsaempresa
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