Como
debe ser nuestro plan de negocio
La definición de PLAN DE NEGOCIO es sencilla. No es
más que un documento donde se plasma la viabilidad de una idea empresarial,
como guía para poder desarrollarla de forma ordenada. Es la visión del futuro
de la empresa y de lo que haremos para construirla.
Es habitual oír hablar del PLAN DE
NEGOCIO. No solo porque es un instrumento técnico muy útil para plantear
el desarrollo de las empresas, sino porque también es la llave para
acceder a una posible financiación.
Por esto resulta importante tener entre nuestras prioridades la de diseñarlo concienzudamente, teniendo en cuenta el contexto y el entorno en él que se desarrollará nuestra idea. Con ello conseguiremos que el resultado no sea demasiado abstracto y alejado de la realidad.
Al escribirlo debemos pensar que lo leerán posibles socios, inversionistas a
los que acudamos y va a ser durante mucho tiempo nuestra carta de presentación.
Un buen plan de negocio tiene tres
puntos importantes que no debemos olvidar. Nuestra propuesta de valor,
que explica en que somos diferentes de nuestros demás competidores. Nuestro cliente, que es a
quien iremos dirigidos y finalmente cual es la necesidad que
cubrimos en el mercado mediante nuestra idea. Todo ello servirá para configurar
un modelo que al final será definitorio de nuestro proyecto.
Para construir un buen PLAN DE NEGOCIO debemos tener muy en cuenta su escalabilidad, ya que en la actualidad no se
concibe viable una empresa que no tenga aspiraciones globales. Por ello debemos
proyectarnos como escalables y plasmarlo en nuestra planificación.
Debemos explicar nuestra idea de forma
sencilla, teniendo en cuenta quien va a leerlo. En el deberemos hablar de
calidad, de respeto al medio ambiente, de sostenibilidad y sobre todo de
servicio al cliente. No debemos olvidar que nunca habíamos estado tan cerca y a
la vez tan lejos de nuestra venta como en la actualidad.
Por ello debemos considerar la parte de
Gestión Tecnológica no solo como un elemento actualmente imprescindible, sino
también como una parte decisiva en nuestra Gestión Estratégica. En este punto
debemos tener presente un concepto importante y poco trabajado en muchos
proyectos, las barreras de entrada. Valorarlas, reconocerlas y
trabajar con ellas nos permitirá mantener alejados a los competidores en los
primeros y más difíciles años de expansión. A demás y sobre todo, mantendrá más
tranquilos a nuestros posibles inversores.
Un PLAN DE NEGOCIO no es un trabajo de
un fin de semana, es posible que necesitemos alrededor de cuatro meses o más
para lograr el documento apropiado, pero más que concebirlo como un trabajo,
debemos prepararlo para convertirlo en un proceso en el que deberemos invertir
tiempo, pero que nos retribuirá con creces su dedicación. Para ello no debe ser
especialmente extenso, sino concreto.
En el deberemos remarcar bien la
importancia de nuestro equipo y sus habilidades y funciones. El día que lo
pongamos en marcha, ésta será precisamente la fortaleza más importante de la
que dispondrá. No debemos ser modestos ni atrevidos, pero si hemos de pecar de
algo es de valientes. Nuestro plan deberá ser sencillamente creíble y
financieramente viable, por lo demás el tiempo nos ayudará a ajustarlo.
Este post forma parte de la colección de ON-Line CAMPUS para emprendedores de @INpulsaempresa que podréis encontrar en www.inpulsa.eu