Ocho competencias
de los mejores presentadores
Pensamiento
conceptual
He sufrido transparencias presentaciones con gran aparato geométrico y profusión de flechas,
que no conseguía entender ni con las explicaciones del presentador. Habiendo otros casos, de igual o mayor
complejidad, en que sí iba asimilando bien el discurso, sospecho que el
pensamiento conceptual de los presentadores era desigual.
Si esperáis una definición, yo
diría que hablamos de un riguroso manejo de los conceptos, que nos permite
relacionarlos con acierto y crear modelos para explicar sistemas complejos;
pero se trata de una competencia con mucho fondo.
Disciplina
dialéctica
La disciplina dialéctica o
narrativa nos permite avanzar en la dirección deseada, cerrando en su caso los
paréntesis que abramos, y asegurarnos de que se nos sigue
Capacidad
de análisis y síntesis
Estamos ante la modalidad de
pensamiento que, además de contemplar causas y consecuencias, hace aflorar los
problemas o elementos subyacentes, y nos permite visualizar y comprender las
cosas, por complejas que resulten o enmascaradas que se nos presenten.
Nuestra capacidad de análisis se
ve felizmente complementada por el pensamiento sintético, de la misma forma que
hemos de llegar a unas conclusiones después de un estudio.
Creatividad
Éste es un amplio concepto que
incluye elementos cognitivos, como el pensamiento divergente, y también
emocionales, como la disposición a lo nuevo.
Si lo dejamos en la capacidad de tener buenas ideas, habría que acudir a
ese recurso, poco recurrido pero muy socorrido, que es el inconsciente o
subconsciente. Si estimulamos y
mejoramos los procesos de incubación, aparecerán más y mejores ideas. Los
lectores más experimentados encontrarán aquí elementos comunes entre la
creatividad y la intuición, pero éste es un océano en que nos podemos ahogar
Seguridad
y confianza en uno mismo
Claro, hay que empezar por el
auto conocimiento.
Antes de emprender ninguna acción
de desarrollo personal, uno debe asegurarse de que es bien consciente de sus
fortalezas y debilidades, y de que reconoce sus sentimientos y las
consecuencias de éstos. A partir de ahí, que es condición inexcusable para
todos y para todo, cabe la auto confianza y la seguridad en sí mismo
Auto control
Tampoco hace falta decirlo: si
uno no controla adecuadamente sus impulsos y emociones, genera una imagen de
persona algo primitiva. Pero el
auto control llega más lejos, de modo que podamos hacer uso de nuestras
facultades y asumir nuestras responsabilidades, incluso bajo presión y, en
general, en condiciones difíciles o adversas.
Flexibilidad
Existe ciertamente el peligro de
que queramos imponer, a toda costa, nuestro guión del momento; pero atención:
hemos de ser flexibles en suficiente grado y, desde luego, hemos de ser muy
flexibles si la intuición nos diera un aviso.
Puede parecer complicado, pero
hay que conciliar la consecución de objetivos propios con el resto de elementos
que pueden aparecer sobre la marcha. Seguramente, la inflexibilidad siempre es
un error.
Empatía
Sin la suficiente empatía, el presentador
no puede sintonizar con la audiencia, para comprender sus necesidades,
sentimientos y expectativas. La falta de
empatía en las personas (especialmente en los directivos) origina graves males
a las organizaciones.
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